Header image
Página de Inicio Mis Escritos

Colección de El Mensajero

Epistolario Mensajes en Audio Biografía
   
 
 

CARTAS DE LUCIA A VENTURA

Matanzas, abril 17 de 1960

Sr.Ventura Luis

La Lisa

Querido amor mío:

Te saludo en el nombre del Señor y es mi sincera oración te sientas bien y contento en los caminos el Señor. Yo bien, gracias a Dios.

El viernes recibí tu carta, la cual no esperaba, pues cuando Luis llegó yo no pensaba que él te había visto. Hoy domingo te contesto porque casi no tengo tiempo para nada; como estos días son de fiesta, pues tenemos que aprovecharlos.

De mi enfermedad te diré que estoy bien ya, gracias a Dios. La noche que Sósima pasó por aquí yo estaba enferma y no pude ni siquiera escribirte una notica, pero la cabeza no me dejaba; quería, pero no podía. Perdóname el regalito tan sencillo que te envié con ella, pero no tengo nada más que eso, y eso te mandé.

Óyeme, ya saludé a los miembros en tu nombre; todos me hablan de ti, sobre todo Santa te nombra mucho y dice que tú eres muy bueno; ella te saluda y algunos más.

Te diré que Dios me ha ayudado bastante en estos días, pues he distribuido una buena cantidad de El Mensajero en los pocos días que he trabajado. Ya pagué todas mis deudas y tengo dinero para comprarme un uniforme.

Mi vida, si supieras como te recuerdo aquí. Recuerdo aquellos tiempos cuando tú estabas aquí y yo venía.

Viejo, si ves el jardín tan hermoso que hay aquí en Matanzas, y me dijeron que el jardinero “eras tú” ¿verdad? Está de lo más lindo. Dámaris me hizo darle un beso a una vicaria, porque me dijo que tú la sembraste, y ahí te la envío, para que veas las flores que sembraste.

Mi amor, ahora te dejo porque tengo que prepararme para salir a la calle, así que hasta luego. (continuará)

Mi querer, hace un rato llegué de la calle, como que esta mañama tuve que dejar de escribir, pues ahora sigo.

Acerca de lo que dices de tu papá, me parece que él no va a firmar; a lo mejor se le quita la idea después, así que no te preocupes tanto por eso, que si Dios no lo permite, nada va a suceder.

Hace tiempo no le escribo a tus padres; pienso hacerlo pronto, si Dios quiere.

De mi familia te diré que pienso están bien; yo hace casi una semana que estoy aquí y gracias a Dios no han venido a verme.

Amado, yo creo que por demás está decirte que tengo deseos de verte y de hablar contigo, pues eso tú lo sabes bien.

Esta tarde pensamos ir un grupo a Canasí a dar un culto con amplificadores allá; ¿deseas ir? Ojalá pudiera ser.

Viejo, Iris te manda un besito. Saluda a todos en mi nombre.

Por fa-vor-dime-el sueño..... quiero saber qué es. Tú dirás que yo soy muy curiosa, ¿verdad? Sofía te saluda, y los demás.

Óyeme, yo creo que ya no me acuerdo como tú eres; es que hace tanto tiempo que no te veo que ya me parece que no te conozco. No te pongas bravo por eso, ¿sabes, mi amor? Dicen muchos que esto sucede cuando uno quiere mucho. Agustina a veces me lo ha dicho, que ella se acuerda perfectamente como son los demás, aunque pase tiempo sin verlos, pero con Orestes es todo lo contrario, y a mí me sucede igual, ¿y a ti? Pero mi amor, no vayas a pensar que por eso me olvido de ti; tú sabes que después de Dios estás tú en mi corazón, así es que mi corazón es tuyo.

Me puedes contestar a Cárdenas; escríbeme pronto y bastante, pero nunca logro eso. Esto es jugando, ¿sabes? Lo mismo se me da que me escribas mucho o poco; lo que me interesa es saber que me quieres.

A todos los que me dijiste que les dijera que te escribieran se lo dije, pero parece que no hay mucho tiempo.

Recibe hoy el cariño de tu noviecita que te quiere con toda el alma, tuya,

Lucía González.

Hasta la tuya, mi amor.